Módulo 1. Expresionismo, dos poemas de Georg Trakl

Snowstorm de Joseph Turner
Grodek

Al anochecer resuenan con mortíferas armas
los bosques otoñales y las áureas llanuras
y los lagos azules por donde
un sol siniestro rueda: la noche envuelve
a los guerreros moribundos, el horrible lamento
de sus bocas destrozadas.
Pero silentes se congregan en la pradera
la roja nube donde habita un dios colérico,
la sangre derramada, el frío lunar;
todos los caminos desembocan en negra podredumbre
bajo el áureo ramaje de la noche y las estrellas
deambula por la floresta silenciosa la sombra de la hermana
para saludar las almas de los héroes, sus sangrantes cabezas
y quedo suenan entre los juncos las flautas sombrías del otoño
¡Oh, altiva congoja! ¡Oh, altares de bronce!
hoy alimenta la ardiente llama del espíritu un dolor infinito
los nietos no nacidos





Crepúsculo en el alma

 (versión José Luis Arantegui) 

Silenciosa va a dar al lindero del bosque
una bestia oscura;
en el cerro acaba quedo el viento de la tarde,

enmudece en su queja el mirlo,
y blandas flautas del otoño
callan entre los juncos.

En una negra nube
navegas ebrio de amapolas
la alberca de la noche,

el cielo de los astros.
Aún resuena la voz de luna de la hermana
en la noche del alma.

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